HARRY
- Verán...- comenzó a decir la enfermera.- Nos ha costado, pero ambas están perfectamente. Lucy tendrá que pasar aquí unos días, ha perdido mucha energía...
-¿Puedo pasar a verlas?- pregunté impaciente. Ella miró para el suelo.
- Eh.. Si, supongo que si... La habitación a la izquierda, al fondo del todo.- le di las gracias y fui casi corriendo hacia allí. Me detuve enfrente a la puerta. No se oía nada. Abrí lentamente y la vi tumbada en una cama, sosteniendo a la niña en brazos. Me senté junto a ellas sin decir nada. Acaricié su pequeña cara con un dedo. Era preciosa. No pude evitar soltar un par de lágrimas. Aquel era el momento, el momento que siempre había soñado, y por fin se hacía realidad.
- Cógela.- me dijo ella de repente. Aún dudando, la cogí suavemente entre mis brazos. Era tan pequeña, tan delicada, que tenía miedo que se me rompiera al más mínimo movimiento. Al principio se retorció un poco, pero luego se acomodó y se puso a dormir.
-¿No es preciosa?- pregunté. Ella solamente asintió.-¿Estas bien? Quiero decir, supongo que te habrá costado mucho y...- rió. Una risa floja y suave, pero aún así.
- Mereció la pena.- suspiró y se tumbó en cama, visiblemente cansada. Me acerqué a ella y deposité un beso en sus labios.- Te quiero.
- Yo más, no lo dudes.
- No, te aseguro que yo más.
- De eso nada.- sonrió y cerró los ojos.
-¿Sabes? Todavía no me creo que esta niña sea nuestra hija.
- Normal, ella es guapa, no como tú.- dije de broma. Me pegó en el brazo y me dio la espalda.- Oh, venga, sabes que no es cierto.- me ignoró. Di la vuelta hasta quedar de nuevo frente a ella.-¿No me perdonas?- le di un beso que no rechazó, sino que continuó.
- Aún no estás perdonado.- dijo separándose de mi. Seguí besándola, esta vez también por el cuello. - Harry, para...
-¿Ya estoy perdonado?- asintió riendo. De pronto la niña comenzó a llorar.- Oh dios, ¿qué hago? - empecé a dar vueltas por la habitación con ella en brazos, meneándola suavemente hasta que calló y se durmió de nuevo. Me senté y resoplé.- Que difícil es esto de ser padre...
- Lo que te queda aún...
- Bueno, lo que me queda a mi te queda a ti también...
- ... por suerte.- acabó la frase. Se acercó a mi para besarme de nuevo.
-¿Por qué no nos casamos?- dije al separarnos. Por un segundo vi una expresión de terror en su rostro.
-¿Casarnos?- repitió.
- Qué mejor época que ahora.- dirigió la mirada al suelo, jugando con un mechón de pelo. -¿No quieres casarte conmigo?
- No.. Digo, si, pero.. es extraño.
- Tampoco es tan raro... Oh, no quieres casarte conmigo...
- Claro que sí... Si no te quisiese no viviríamos juntos y tendríamos una hija, ¿no?
-¿Entonces qué es lo que pasa?- pregunté de nuevo. No respondió.
- No me lo merezco.- sollozó tapándose la cara con las manos.
- No.. no pienses eso. Claro que sí, eres la chica más increíble que he conocido, por tu carácter y tu forma de ser... Yo no quiero a ninguna otra, por muy guapa que sea o el increíble cuerpo que tuviera. ¿No lo entiendes? Yo sólo te quiero a ti, quiero que seas mía para siempre y que ningún otro chico te toque.- miré sus ojos marrones. Tenían unas cuantas lágrimas. Me abrazó fuerte. Se lo di de vuelta.
- No deberías decirme esas cosas...
-¿Por qué?
- Haces que cualquiera se emocione.- sonrió.
- Entonces, ¿qué dices? Se qué no tengo ningún anillo, ni este es el lugar ni el momento más bonito para pedírtelo pero, ¿quieres casarte conmigo?- asintió antes de abrazarme otra vez. Sonreí. Aquel sin duda era el mejor día de mi vida. Once de agosto, día para recordar.
________________________________________________________________________
Hola! Aquí está, por fin, el último capítulo. Se que es muy corto, pero es que quería acabarlo cuanto antes. Me da muchísima pena terminar esta novela, y sobretodo dejar a estos personajes... Quería agradecerlos vuestro apoyo, no todas habéis estado desde el principio, pero si hasta el final, que es lo que a mi me importa... Hoy os pido que, las lectoras que se que leen la novela y no comentan, por favor lo hicieran, aunque sólo sea para decir "me gusta", me animaría muchísimo. Si queréis, contadme vuestros momentos favoritos, parejas.. En fin, lo que queráis. Pero comentad. Me haría mucha ilusión comentarios largos. Nunca he tenido muchos, ni muy largos, pero eso no me importaba, hasta hoy. Será el único y último día que os lo pido.
En fin, que espero que os halla gustado, no es uno de mis favoritos pero quería quitarme este peso de encima...
Bueno, pues eso, que os quiero muuuuuuuuuuuuuucho y vosotras sois las que me alegráis el día. Mi twitter es @hihihazza , por si queréis seguir en contacto u.u aunque no lo utilice mucho...
Os dejo el link de mi nueva novela aquí. Muchísimas gracias!
- Verán...- comenzó a decir la enfermera.- Nos ha costado, pero ambas están perfectamente. Lucy tendrá que pasar aquí unos días, ha perdido mucha energía...
-¿Puedo pasar a verlas?- pregunté impaciente. Ella miró para el suelo.
- Eh.. Si, supongo que si... La habitación a la izquierda, al fondo del todo.- le di las gracias y fui casi corriendo hacia allí. Me detuve enfrente a la puerta. No se oía nada. Abrí lentamente y la vi tumbada en una cama, sosteniendo a la niña en brazos. Me senté junto a ellas sin decir nada. Acaricié su pequeña cara con un dedo. Era preciosa. No pude evitar soltar un par de lágrimas. Aquel era el momento, el momento que siempre había soñado, y por fin se hacía realidad.
- Cógela.- me dijo ella de repente. Aún dudando, la cogí suavemente entre mis brazos. Era tan pequeña, tan delicada, que tenía miedo que se me rompiera al más mínimo movimiento. Al principio se retorció un poco, pero luego se acomodó y se puso a dormir.
-¿No es preciosa?- pregunté. Ella solamente asintió.-¿Estas bien? Quiero decir, supongo que te habrá costado mucho y...- rió. Una risa floja y suave, pero aún así.
- Mereció la pena.- suspiró y se tumbó en cama, visiblemente cansada. Me acerqué a ella y deposité un beso en sus labios.- Te quiero.
- Yo más, no lo dudes.
- No, te aseguro que yo más.
- De eso nada.- sonrió y cerró los ojos.
-¿Sabes? Todavía no me creo que esta niña sea nuestra hija.
- Normal, ella es guapa, no como tú.- dije de broma. Me pegó en el brazo y me dio la espalda.- Oh, venga, sabes que no es cierto.- me ignoró. Di la vuelta hasta quedar de nuevo frente a ella.-¿No me perdonas?- le di un beso que no rechazó, sino que continuó.
- Aún no estás perdonado.- dijo separándose de mi. Seguí besándola, esta vez también por el cuello. - Harry, para...
-¿Ya estoy perdonado?- asintió riendo. De pronto la niña comenzó a llorar.- Oh dios, ¿qué hago? - empecé a dar vueltas por la habitación con ella en brazos, meneándola suavemente hasta que calló y se durmió de nuevo. Me senté y resoplé.- Que difícil es esto de ser padre...
- Lo que te queda aún...
- Bueno, lo que me queda a mi te queda a ti también...
- ... por suerte.- acabó la frase. Se acercó a mi para besarme de nuevo.
-¿Por qué no nos casamos?- dije al separarnos. Por un segundo vi una expresión de terror en su rostro.
-¿Casarnos?- repitió.
- Qué mejor época que ahora.- dirigió la mirada al suelo, jugando con un mechón de pelo. -¿No quieres casarte conmigo?
- No.. Digo, si, pero.. es extraño.
- Tampoco es tan raro... Oh, no quieres casarte conmigo...
- Claro que sí... Si no te quisiese no viviríamos juntos y tendríamos una hija, ¿no?
-¿Entonces qué es lo que pasa?- pregunté de nuevo. No respondió.
- No me lo merezco.- sollozó tapándose la cara con las manos.
- No.. no pienses eso. Claro que sí, eres la chica más increíble que he conocido, por tu carácter y tu forma de ser... Yo no quiero a ninguna otra, por muy guapa que sea o el increíble cuerpo que tuviera. ¿No lo entiendes? Yo sólo te quiero a ti, quiero que seas mía para siempre y que ningún otro chico te toque.- miré sus ojos marrones. Tenían unas cuantas lágrimas. Me abrazó fuerte. Se lo di de vuelta.
- No deberías decirme esas cosas...
-¿Por qué?
- Haces que cualquiera se emocione.- sonrió.
- Entonces, ¿qué dices? Se qué no tengo ningún anillo, ni este es el lugar ni el momento más bonito para pedírtelo pero, ¿quieres casarte conmigo?- asintió antes de abrazarme otra vez. Sonreí. Aquel sin duda era el mejor día de mi vida. Once de agosto, día para recordar.
________________________________________________________________________
Hola! Aquí está, por fin, el último capítulo. Se que es muy corto, pero es que quería acabarlo cuanto antes. Me da muchísima pena terminar esta novela, y sobretodo dejar a estos personajes... Quería agradecerlos vuestro apoyo, no todas habéis estado desde el principio, pero si hasta el final, que es lo que a mi me importa... Hoy os pido que, las lectoras que se que leen la novela y no comentan, por favor lo hicieran, aunque sólo sea para decir "me gusta", me animaría muchísimo. Si queréis, contadme vuestros momentos favoritos, parejas.. En fin, lo que queráis. Pero comentad. Me haría mucha ilusión comentarios largos. Nunca he tenido muchos, ni muy largos, pero eso no me importaba, hasta hoy. Será el único y último día que os lo pido.
En fin, que espero que os halla gustado, no es uno de mis favoritos pero quería quitarme este peso de encima...
Bueno, pues eso, que os quiero muuuuuuuuuuuuuucho y vosotras sois las que me alegráis el día. Mi twitter es @hihihazza , por si queréis seguir en contacto u.u aunque no lo utilice mucho...
Os dejo el link de mi nueva novela aquí. Muchísimas gracias!